El Congreso Latinoamericano de Movilidad Eléctrica, organizado por la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (ALAMOS) y la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (ASOMOVE), contó con intervenciones reveladoras sobre la transición de la movilidad acuática hacia la sostenibilidad.
Expertos de distintos países abordaron tanto las políticas públicas como los avances tecnológicos que impulsan la electrificación del transporte acuático, destacando los beneficios ambientales y económicos de estas iniciativas en la región y en otros lugares del mundo.
Helene Sommerset, de la Asociación Noruega de Vehículos Eléctricos, habló sobre los logros de su país en la electrificación de sus sistemas de transporte acuático, un sector responsable de aproximadamente el 2,7% de las emisiones nacionales.
En esa línea, explicó que Noruega ha implementado políticas ambiciosas que impulsan esta transición mediante incentivos económicos, como exenciones fiscales y beneficios en los costos de operación, que han facilitado la adopción de vehículos eléctricos en todos los modos de transporte, incluidos los acuáticos.
“La mayoría de las personas eligen sus modos de transporte con sus billeteras”, comentó Sommerset.
“Al ofrecer beneficios como descuentos en peajes y estaciones de carga con energía renovable, Noruega ha logrado que el 31% de su flota de embarcaciones ya sea eléctrica” añadió.
Un ejemplo destacado es el ferry Basto, el más grande del país, que carga sus baterías en muelles de hasta 9 MW de capacidad y transporta a 600 personas y 200 autos, estableciendo un estándar para las conexiones de alta demanda.
Además, destacó cómo los procesos de adquisición pública han ayudado a crear soluciones personalizadas para distintas rutas, impulsando una electrificación efectiva y adaptada a las necesidades locales.
La movilidad eléctrica acuática es una realidad es Latinoamérica
Parte del Cono Sur de la región se caracteriza por sus grandes afluencias de agua y esto tiene un impacto directo en la forma de transporte. Tal es así que el paso más conveniente entre Argentina y Uruguay es vía buque y ya hay planes de electrificación.
Rodrigo Zorrilla, de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (AUDER), compartió el innovador proyecto del “Buquebus China Zorrilla”, el que se convertirá en el ferry de pasajeros eléctricos más grande del mundo, en la conexión entre Argentina y Uruguay.
Esta embarcación, en construcción en Australia, tendrá una capacidad de 40 MW en sus baterías, permitirá el traslado de 2,100 pasajeros y 226 vehículos, y contará con zonas de esparcimiento amplias y confortables.
«Este nuevo buque representa un avance significativo hacia la sostenibilidad del transporte acuático en la región», afirmó e invitó a los interesados a ser parte de esta experiencia en Uruguay cuando la nave comience sus operaciones el próximo año.
Por su parte, Sergio Álvaro, de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA), se centró en el impacto local de la movilidad eléctrica en el Delta del Paraná. Explicó cómo la empresa Delta Eco ha innovado con lanchas eléctricas para transporte de pasajeros en esta área, vital para las comunidades isleñas.
“La ecolancha evita el ruido y la contaminación generados por los motores diésel, y puede cargarse en la terminal de Tigre sin mayor complicación”, comentó.
Esta transición promete beneficios ambientales y sociales, además de generar empleos, con una proyección de 500 nuevos puestos para la fabricación y mantenimiento de estas embarcaciones.
Vale destacar que todas las ponencias y paneles del Congreso ya están disponibles en el canal de YouTube.