En un escenario donde la sostenibilidad se posiciona como una prioridad global, la propuesta de incorporar colectivos eléctricos en el transporte público de pasajeros emerge como una alternativa a largo plazo para reducir costos y mitigar la contaminación ambiental y sonora en las principales localidades del país.
La Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (Aavea) intenta impulsar la sanción en el Congreso de dicha normativa para fomentar el transporte público de pasajeros sustentables y de esa manera ponerle fin a la paradoja de subsidiar un servicio abastecido por combustibles fósiles, a contramano de las tendencias internacionales de incentivar las energías renovables.
Sergio Alvaro, presidente de Aavea, destacó que «la transición a buses eléctricos podría representar un menor costo de mantenimiento en comparación con los tradicionales alimentados por combustibles fósiles». Además, «subrayó que, a pesar de las complejidades asociadas a la tarifa de colectivos, la implementación de micros eléctricos podría generar significativos ahorros a largo plazo«.
La Aavea estuvo impulsando la sanción de una ley de Electromovilidad en el Congreso desde febrero. La propuesta busca promover un transporte público de pasajeros sostenible, alineado con las tendencias internacionales de energías renovables y poniendo fin al subsidio de un servicio basado en combustibles fósiles.
En el proyecto, se argumentó que hasta el momento se derrochan 2.500 millones de dólares por año desde hace dos décadas, en buses diesel y contaminantes. Según el organismo, si se aprueba el proyecto, por el mismo monto que «representan los subsidios al transporte de pasajeros o hasta el 50% de ello, podríamos tener 50% más que hoy de producción y puestos de trabajo, exportaciones regionales y divisas de autopartes nacionales, cuota del mercado latinoamericano, integración vertical del valor del litio, etcétera».
En el marco de esta iniciativa, se cuestiona el continuo subsidio de millones de dólares a los «Titanic» de los buses diésel ineficientes y contaminantes, mientras se propone redirigir estos fondos hacia la transformación de la flota en una eléctrica. La Aavea sugiere que, «de aprobarse el proyecto, se podrían generar empleos, exportaciones regionales, divisas de autopartes nacionales, y fortalecer la posición de la Argentina en el mercado latinoamericano».
A pesar de los esfuerzos aislados de algunos municipios y de la falta de políticas propicias en los últimos años, la Aavea resalta la importancia de seguir el ejemplo de países vecinos. Mendoza y San Juan son provincias argentinas que han avanzado en la presencia de colectivos eléctricos, mientras que Chile destaca como líder regional en el desarrollo del transporte público 100% eléctrico.
Rodrigo Salcedo, presidente de la Asociación de Vehículos Eléctricos de Chile (AVEC), informa que en Chile, la proporción de buses eléctricos en circulación está aumentando rápidamente. Destaca la confiabilidad de las baterías y las mejoras tecnológicas y ambientales asociadas con esta transición.
Los servicios en Chile sirven de ejemplo, ya que ahí se desarrolla el mayor nivel de desarrollo 100 % eléctrico: de 6.500 buses, 2.200 son eléctricos en la región metropolitana.
Sin embargo, en Argentina, la falta de una normativa que regule la infraestructura de recarga se presenta como un desafío pendiente. Sergio Alvaro insiste en que el proyecto de ley no solo se trata de vehículos eléctricos, sino de electromovilidad en su conjunto, abarcando incentivos a la fabricación y comercialización, así como el desarrollo de una red de recarga de alta potencia y baterías de litio en todo el país.
La clave para el éxito de esta transición en Argentina, según Alvaro, radica en «la colaboración entre el sector privado y el gobierno». A pesar de las dificultades iniciales, se busca establecer un diálogo que permita concretar esta visión de electromovilidad y consolidar al país como un actor destacado en la región.
Ventajas de los micros eléctricos
- Son ecológicos, no necesitan de combustible para funcionar y no emiten gases contaminantes, por lo que mejoran la calidad del medio ambiente.
- Producen menos ruido que los colectivos convencionales, por lo que colaboran con un ambiente más amigable y con la disminución de la contaminación sonora.
- El uso de la electricidad es más eficiente y económico que el del combustible tradicional.
- Menor costo de mantenimiento, ya que el motor de un bus eléctrico es más simple.
Fuente: Ciudadano.News