La movilidad eléctrica llegó para quedarse, y Latinoamérica debe asumir el reto de liderar esta transición hacia un transporte electrificado y digitalizado, con determinación y optimismo.
Los desafíos y las barreras que enfrenta la región responden, en su mayoría, a particularidades propias del contexto socioeconómico de cada país. Estos mismos desafíos, si se abordan de manera adecuada, pueden convertirse en valiosas oportunidades para toda la región.
Por ello, la adopción de políticas públicas y su efectiva implementación son cruciales para acelerar la transformación del transporte de manera inclusiva y planificada. Los planes, leyes y regulaciones son efectivos cuando las personas les dan vida a la teoría y se apropian del cambio con convicción. Para que la estrategia sea exitosa, debe ser integral y articulada, respetando siempre la realidad de cada país.
En ALAMOS, trabajamos para potenciar la acción por un transporte limpio, apostando por la investigación, la innovación y las acciones concretas.
El intercambio de información y experiencias entre las asociaciones y aliados ha creado una sinergia positiva para el desarrollo de la movilidad sostenible, desde México hasta el Cono Sur. No existen recetas mágicas para convertir barreras en oportunidades, pero unidos somos más fuertes para lograrlo.
Si bien el cambio a veces puede ser intimidante, nuestra historia latinoamericana está marcada por líderes que se atrevieron a romper paradigmas y construir sin temores, incluso cuando las circunstancias no eran ideales. En ALAMOS, nos inspiramos en esos líderes propios de nuestra cultura para decirle al mundo que estamos listos para ser protagonistas en la nueva forma de movilidad.
ALAMOS tiene claro que es fundamental impulsar el desarrollo de infraestructura de carga de acceso público. La red de carga latinoamericana deberá, algún día, cubrir las Américas tal como lo hace la carretera Panamericana.
Asimismo, reducir el costo inicial de los vehículos eléctricos es parte de nuestra visión, fomentando una competencia sana que beneficie a los consumidores.
Desde ALAMOS, buscamos marcar el rumbo, unidos por objetivos comunes y realidades diversas. Por eso, cada una de las asociaciones nacionales se enfoca en las necesidades de su mercado y en enriquecer la discusión regional en transporte sostenible, incluyendo la voz de las personas junto con las dinámicas de mercado y las políticas públicas.
Cada asociación impulsa a su país hacia el progreso. Un ejemplo es Perú, que ya cuenta con un proyecto de ley que promueve la conversión de vehículos convencionales a eléctricos y se perfila como un actor fundamental en la descarbonización del transporte en Sudamérica.
Latinoamérica ya tiene sus primeros casos de éxito en movilidad sostenible. En Colombia, Chile, Brasil y Uruguay, ya se ha pasado de las palabras a los hechos, con buses y todo tipo de vehículos eléctricos que, poco a poco, ganan la confianza de la gente por su tecnología, comodidad, ahorro y, sobre todo, por no necesitar combustibles fósiles. Estos países ya marcan un antes y un después en la revolución tecnológica de la movilidad.
Centroamérica también dice sí a la movilidad eléctrica. Costa Rica, país que ha ido construyendo su ecosistema de electromovilidad, ha puesto el foco en la implementación de políticas públicas a nivel municipal, incluida la sustitución de la flota municipal por vehículos eléctricos, la creación de incentivos fiscales y operativos para la adopción de vehículos 100% eléctricos, y ha impulsado proyectos educativos y de investigación para abordar dudas desde la ciencia y el pensamiento crítico.
Guatemala avanza con una propuesta legal para incentivar medidas que faciliten la instalación de cargadores semirrápidos y rápidos en todo el país, superando el desafío del cobro de potencia, un ejemplo de cómo un reto local puede aportar a la experiencia regional.
El Caribe también avanza, con países como República Dominicana que aceleran la construcción de puntos de carga y la llegada de vehículos cero emisiones.
Por todo esto, nos ponemos a disposición de las autoridades y empresas para trabajar en conjunto y desarrollar e implementar políticas públicas, acciones, proyectos y alianzas que promuevan una movilidad eléctrica, limpia, digitalizada e integrada.
Solo mediante una acción coordinada y decidida podemos superar los obstáculos actuales y aprovechar las oportunidades que esta transición nos ofrece.
El futuro de la movilidad en Latinoamérica depende de las decisiones que tomemos hoy. Es tiempo de tomar acción, ser líderes del cambio y crear oportunidades como un gran equipo latinoamericano.
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