Normativas y mercado regional: la agenda de ALAMOS que refuerza electromovilidad en Latinoamérica

La comisión directiva de la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (ALAMOS) trabaja en la armonización de normativas. De esta manera, busca que el mercado latinoamericano de vehículos eléctricos se consolide a nivel regional.

También tiene como objetivos acercar la movilidad eléctrica a sectores donde aún no llegó, posicionar a la federación como una fuente de información que sirva para la toma de decisiones y homogeneizar la data que le llega al usuario.

Portal Movilidad dialoga con Andrés Barentín, presidente de ALAMOS, para conocer cuál es la agenda principal de los empresarios de la electromovilidad.

¿Cuáles son las prioridades de ALAMOS?

Lo principal es lograr que el mercado latinoamericano tenga una mirada más regional y que no sea considerado un conjunto de mercados locales.

De esta forma, se atraerán más ofertas y podremos trabajar con normativas que permitan la interoperabilidad para que la carga de vehículos funcione entre los países de la misma forma que lo hace el rubro telefónico.

¿Cuál es el público objetivo?

Buscamos posicionar a ALAMOS como una fuente de información que sirva a los tomadores de decisiones. También nos enfocamos en los ciudadanos porque queremos acercar la electromovilidad a sectores donde todavía no llegó. Las asociaciones que forman parte de ALAMOS participan de estos procesos.

¿Cuáles son los temas de agenda?

Queremos generar un estudio de armonización de normativas a nivel regional para abordar varios puntos. El primero, tiene que ver con homogeneizar la información que le llega al consumidor interesado en movilidad eléctrica. Cada vez que el usuario se acerca a un vendedor o proveedor de vehículos la información es distinta.

Algunos hablan de la autonomía con la batería completa y otros con el 80%, algunos entregan información sobre cuáles son las condiciones de garantía y otros no, a veces las fichas técnicas incorporan información relevante y en otros casos ponen data sobre los factores físicos del vehículo y no sobre el tren motriz eléctrico.

¿Qué se trabaja para infraestructura de carga?

Queremos armonizar la infraestructura de carga, es decir, establecer cuáles son las normativas de conectores que imperan. Con esto buscamos que el usuario viaje al país vecino y pueda cargar en una región donde no tiene cobertura.

Hace falta trabajar en aplicaciones para lograrlo…

Ese es el tercer punto que queremos revisar, el hecho de la interoperabilidad desde el punto de vista de las comunicaciones y aplicaciones. Así el usuario podrá conectar todos los enchufes de Latinoamérica a aplicaciones que permitan hacer roaming y realizar cargas entre países.

¿Hay interés por el retrofit?

Si. Queremos trabajar en la armonización de una norma de conversiones. Creemos que debería haber una normativa en Latinoamérica que permita hacer conversiones efectivamente. Hay casos como el de Chile que cuando la conversión se realiza bien, se generan plataformas motrices y modelos de vehículos exitosos para nichos específicos, por ejemplo, para la minería.

Entonces se trabaja en ciertas características que hoy en día no tienen la cobertura del 100%, por eso es necesario que exista una norma. Además de eso, las conversiones bajan los precios, achican las brechas y acercan los vehículos a los segmentos que no tienen tanto poder adquisitivo.

Hay un quinto tema…

Finalmente, algo que nos interesa mucho y que creemos que debería suceder es que haya reglamentos sobre la disposición final de la batería. Pero también que se incorpore la figura de la disposición transitoria porque a veces se le da una segunda o incluso una tercera vida.

Entonces, la idea es que esta batería sea útil el mayor tiempo posible para el ecosistema y que después de eso se recicle o llegue a una disposición final responsable.

¿Recorrerán Latinoamérica en vehículo eléctrico?

Si, partiremos de Guatemala, que es nuestro socio más al norte, para llegar a Chile. En el camino pasaríamos por Costa Rica, Panamá, Colombia, Perú, Paraguay, Uruguay, Brasil y Argentina. Queremos hacer una especie de muestra itinerante en eventos de uno o dos días para mostrar en qué consiste la electromovilidad.

¿Cuáles son los plazos?

Haremos un tramo por semestre, por lo que nos llevará varios años. Hay una versión que planificaron ASOMOVE y AMEGUA que ya está lista y es en noviembre. Partirían de Costa Rica, pasarían por Honduras, Nicaragua y El Salvador, y terminarían en Panamá. Estamos trabajando para armar la etapa siguiente.

Países de la región son referentes en la materia ¿En qué lugar quedan las experiencias ya vividas?

Es importante aprender de ellas. Por eso nos proponemos sistematizar las experiencias que hubo en Latinoamérica como continente de países emergentes, y paquetizarlas y entregarlas a otros sectores del mundo que están compuestos por países emergentes, como África y algunas zonas de Asia.

Son países con menos recursos, que no tienen las características de Noruega, Estados Unidos o Alemania. Ojalá puedan meter dinero en subsidios y vender fondos para reducir las emisiones. Pero los emergentes tienen otros problemas, a nivel educativo y sistemas de salud. Entonces, invertir sumas grandes en electromovilidad no es su prioridad.