Andrés Barentin, presidente de la Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible (ALAMOS), sostiene que es factible aplicar la estandarización de conectores a nivel regional, en el marco de la XVI Cumbre de la Movilidad Eléctrica: “Tendencias en Latinoamérica y el Caribe” organizada por Portal Movilidad.
“Creo que es posible y sobre todo necesario. Debe haber reglas y una perspectiva clara respecto a cómo se desarrollará la electromovilidad para dar certezas a quienes quieran invertir. Para que las compañías consideren posicionarse en Latinoamérica tienen que conocer qué equipos se pueden instalar y cuáles no”, declara Barentin.
Lo cierto es que la desestandarización genera dificultades para el usuario como, por ejemplo, que el conductor desee utilizar un punto de carga y no pueda hacerlo.
“Genera una interoperabilidad no solo desde el punto de vista de los conectores, sino también a nivel transaccional. Ojalá algún día los equipos sean compatibles con los vehículos eléctricos de países vecinos y que tengamos un andamiaje transaccional que permita comunicar las distintas redes de la región”, indica.
En este sentido, es necesario crear normativas de acuerdo a las condiciones y características de cada país.
“No podremos hacer un solo molde porque cada lugar tiene aspectos y situaciones diferentes. Es una tarea compleja, pero vamos en el camino correcto porque todos los actores internacionales nos sentamos a conversar”, comenta.
El presidente de ALAMOS explica que en Latinoamérica, desde Colombia hacia el norte, se trabaja con la norma estadounidense y Brasil junto con los demás países del sur se inclinan por la europea.
“Es posible que exista un marco regulatorio que englobe esto y que permita trabajar en la definición de proyectos y acelerar la movilidad eléctrica”, sostiene.
Asimismo, existen otros aspectos importantes a definir, por ejemplo, si la comercialización de carga de batería para vehículos eléctricos es o no venta de electricidad.
Al respecto, Barentín enfatiza: “Es fundamental que en todos los países de la región las asociaciones y autoridades se acerquen a conversar entre ellos porque dialogan por separado. A veces no hay una integración entre lo que sucede en la calle en el día a día y lo que definen las autoridades. Hay un gran trabajo por hacer”.
Vale mencionar que el rol de ALAMOS consiste en generar condiciones y marcos para que los actores puedan aprovechar al máximo y acelerar la electromovilidad, ya sean distribuidoras de energía, empresas de cargadores, de vehículos, entre otras.
“Apoyamos la creación de normativas que sean claras y que permitan proyectar inversiones. También buscamos acelerar la transición difundiendo lo que significa la movilidad sustentable e invitando a líderes a que expliquen y generen conocimientos objetivos para la sociedad civil y los actores interesados”, declara el presidente de ALAMOS.